La planta que le da un toque exótico y colorido a los ambientes de la casa, requiere poca luz y cuidados mínimos
Exóticas, resistentes y fáciles de cuidar, estas plantas tropicales ganan terreno en interiores, incluso en baños y oficinas.
Resistente, colorida y capaz de prosperar donde otras fracasarían. Esta planta se ha ganado un lugar especial en los jardines, pero sobre en los ambientes hogareños, donde aporta un toque exótico y fresco.
Hablamos de la bromelia, también llamada Guzmania. Pertenece a la familia Bromeliaceae, que incluye más de 3.000 especies, muchas de ellas nativas de América del Sur y América Central. Aunque es una planta tropical, se puede adaptar a interiores e incluso a climas más templados o fríos si se les ofrecen algunas condiciones mínimas.
Hay bromelias amarillas, rojas y blancas; más altas y más bajas. Aunque muchos creen que las bromelias están en flor casi todo el tiempo, lo que suele llamar la atención no es en realidad la flor, sino una estructura llamada roseta.
Esta roseta es un conjunto de hojas dispuestas en espiral que forman una especie de embudo en el centro de la planta. Su función principal es recolectar agua y nutrientes, especialmente en las especies que crecen en troncos o ramas sin suelo.
Algunas bromelias producen en el centro de esta roseta una floración colorida y breve. Estas flores pueden ser blancas, lilas, azules o amarillas, y suelen durar poco. Lo que sí se mantiene por meses —y da el toque ornamental— son las rosetas.
A diferencia de otras especies ornamentales que exigen riego frecuente o poda constante, las bromelias necesitan poca agua —generalmente basta con llenar su roseta central cada tanto— y toleran bien ambientes secos.
Necesitan luz, pero no les cae bien el sol directo. Así que son ideales para espacios con claridad natural. Incluso suelen ir muy bien en los baños, ya que la humedad y la temperatura favorecen su crecimiento. Pero siempre debe haber algo de iluminación natural.
Consejos de expertos para jardineros principiantes
Los expertos recomiendan que, luego de comprarla, se trasplante a una maceta más grande que le permita crecer y desarrollar hijuelos, que la ayudarán a reproducirse.
Una de sus mayores virtudes es su capacidad de supervivencia. Muchas bromelias son epífitas: en lugar de crecer en el suelo, se desarrollan sobre otras plantas, como los troncos de los árboles, sin parasitarlas.
Algunas especies incluso resisten mejor la negligencia que el exceso de cuidados. Si reciben luz indirecta o semisombra, buena ventilación y temperaturas moderadas, pueden durar años y florecer al menos una vez en su vida.
Pero no todo es estética. Algunos estudios han demostrado que algunas bromelias contribuyen a mejorar la calidad del aire interior, al absorber compuestos volátiles y liberar oxígeno. Esta cualidad, sumada a su aspecto exótico y su facilidad de cultivo, las convierte en aliadas ideales para decorar oficinas, cocinas, baños y espacios con poca luz natural.
Eso sí: es importante tener precaución con el agua estancada en su interior, ya que puede atraer mosquitos en zonas cálidas. Para evitarlo, basta con renovar el agua cada semana o regar directamente el sustrato si se cultiva en tierra.